sábado, 16 de enero de 2016

Lección de anatomía del beso

El cóctel químico que un beso desencadena (se genera dopamina, se genera estrógenos y testosterona, en definitiva, que sentimos algo parecido a la alegría) termina por afectar a las pupilas, que se dilatan, así como la respiración, que se vuelve profunda.

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