sábado, 14 de diciembre de 2013

Le gustaría llevar flores, flores en su pelo.


La rutina se adormecia en la comisura de su sonrisa y ya no sabía porqué sonreir pero lo hacia. Pensaba que la vida algún día cambiaría y que al levantarse no sentirá ese nudo en la garganta. Así que ya no le gustaba cantar, ya no quería escuchar las cuerdas de la guitarra, no le apetecía pintar ni salir a la calle a pasear. Lo único que ella quería era despertarse y sentir, sentir lo que nunca había sentido. 

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